nicoskinpride declara:

Skinpride WebZine es creado con la única intención de compartir ciertos gustos literarios y musicales. No existe, para quien escribe, la intención de panfletear y/o difundir ciertas ideologías ni de carácter político ni de carácter existencial. Cada cual hace lo que quiere con su vida. No es función de nadie decirle a otros cómo comportarse ni qué deben pensar.
Todo el contenido de este espacio web representa de manera total y absoluta el pensamiento de quien escribe.
Este espacio es creado y mantenido por una sola persona. Persona que no cree en colectividades y que reduce su lucha diaria a un nivel micro.
A quien le moleste el contenido, lo siento...
A quien le guste, bienvenido... cualquier aporte, comentario o in-quietud no duden en hacerlo llegar a la dirección de correo.
A-partidismo e In-correctitud.

Larga Vida a la Pilsen y a las chicas guapas.
Salud!.-

Atte. Nico

marzo 27, 2009

VIDEO: THE CRAMPS - Like a bad girl should




THE CRAMPS -"Like a bad girl should"



R.I.P. Lux... estés donde estés... espero que te encuentres rodeado de lindos senos de lindas chicas.

VIDEO: BANANE METALIK - Strip Or Die



BANANE METALIK - "Strip Or Die". 666% GORE & ROLL.


marzo 25, 2009

V.A. - Psychobilly Tribute To Elvis Presley / God Save The King

Para un grande... un gran tributo.
Recomendable 100%.

TrackList:
1. Nigel Lewis (Meteors,Tall Boys) with The Tombstone Brawlers - Blue Moon of Kentucky
2. Spellbound - (You're The) Devil In Disguise
3. Batmobile - (Now And Then) There's A Fool Such As I
4. Lucky Devils - Milk Cow Blues
5. Cosmic Voodoo (Fet. Jeff Roffredo of Tiger Army and Rezurex and James Meza of Rezurex, Tiger Army and Nekromantix) - Bossa Nova Baby
6. Memphis Morticians - King Creole
7. King Sleaze (Lonesome Kings) with Batmobile - Long Black Limousine
8. Guitar Slingers (Fet. Doyley of Klingonz and Demented Are Go) - CC Rider
9. Monster Klub - That's Alright Mama
10. Spinballs (Fet. Thomas Palin Ex-Small Town Pimps) - Viva Las Vegas
11. Asmodeus - Little Sister (Live)
12. Ripmen - Crawfish
13. Thee Flanders - Happy Endings



marzo 18, 2009

Disco: JOHNNY CASH - At Folsom Prison


No necesita presentación.

El más grande.


TrackList:
1. Folsom Prison Blues
2. Busted
3. Dark as a Dungeon
4. I Still Miss Someone
5. Cocaine Blues
6. 25 Minutes to Go
7. Orange Blossom Special
8. The Long Black Veil
9. Send a Picture of Mother
10. The Wall
11. Dirty Old Egg-Suckin' Dog
12. Flushed From the Bathroom of Your Heart
13. Joe Bean
14. Jackson (duo con June Carter)
15. Give My Love to Rose
16. I Got Stripes (duo con June Carter)
17. The Legend of John Henry's Hammer
18. Green, Green Grass of Home
19. Greystone Chapel



Disco: MOTORHEAD - The Essential Noize: The Very Best Of Motorhead


Con ustedes:
La mejor banda de Rock del mundo.
Todos los créditos para el DIOS Lemmy.
TrackList:

01 Overkill
02 Stay Clean
03 Capricorn
04 No Class
05 Metropolis
06 Dead Men Tell No Tales
07 Stone Dead Forever
08 Bomber
09 Please Don't Touch
10 Ace Of Spades
11 (We Are) The Road Crew
12 Jailbait
13 Motorhead (Live)
14 Iron Fist
15 America
16 (Don't Let 'Em) Grind Ya Down
17 (Don't Need) Religion
18 Shine
19 I Got Mine
20 Killed By Death




marzo 08, 2009

4ta. CONVENCION INTERNACIONAL DE TATUAJES Y ARTE CORPORAL



CONVENCION NACIONAL DE TATUAJES Y ARTE CORPORAL

Lugar: BAR ÁMSTERDAM
Direccion: Av España nº 2130
Valparaiso Chile.
Stand valor $ 50.000
Incluye: stand 2x2 Agua mineral, mesa, dos sillas, toalla nova 2 personas por stand.
Categorías 2da convención de tatuajes Vaparaiso:
1.- mejor new school
2.- mejor old school
3.- mejor full color
4.- mejor realismo
5.- Black and grey
6.– mejor del dia
7.– mejor de la convencion
Programación Sabado 4
10:00 hrs.entrada expositores
11:00 hrs Entrada publico
17:00 hrs mejor new school
18:00 hrs mejor old school
19:00 hrs Mejor full color
20:00 hrs Mejor del dia
22:00 hrs Termino de 1 dia de convención
23:00 hrs fiesta convencion bar Ámsterdam av. España nº 2130
Domingo 5
12:00 hrs.entrada expositores
12:30 hrs. Entrada publico
17:00 hrs. Mejor realismo
18:00 hrs black & grey
19:00 hrs. mejor de la convencion
20:00 hrs. Termino de la 2da convencion
Valparaíso 2009

marzo 05, 2009

Disco: DEMENTED ARE GO - Orgasmic Nightmare

Para perturbados y chicas ricas.


TrackList:

1.Orgasmic nightmare
2.Beast in the cellar
3.House of blood
4.Now she's dead
5.Clitoris bite boogie
6.Love is like electrocution
7.Who put grandma under the stairs?
8.Love seeps like a festering sore
9.Nightlife
10.Anal wonderland
11.Demon angel
12.Straight jacket
13.Rubber rock
14.One sharp knife
15.Cast iron arm
16.Marijuana
17.Satan's reject





marzo 01, 2009

Escrito: EDGARD ALLAN POE - El Corazón Delator (1843)

¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso.¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad habíaagudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oídoera el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra yen el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces?Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidadles cuento mi historia.Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primeravez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguíaningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo.Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no meinteresaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejanteal de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que loclavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente,me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo parasiempre.Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos nosaben nada. En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podidover con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión...con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejoque la semana antes de matarlo. Todas las noches, hacia las doce, hacíayo girar el picaporte de su puerta y la abría... ¡oh, tan suavemente! Y entonces,cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza,levantaba una linterna sorda, cerrada, completamente cerrada, de maneraque no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Oh, ustedesse hubieran reído al ver cuán astutamente pasaba la cabeza! La movíalentamente... muy, muy lentamente, a fin de no perturbar el sueño delviejo. Me llevaba una hora entera introducir completamente la cabezapor la abertura de la puerta, hasta verlo tendido en su cama. ¿Eh? ¿Esque un loco hubiera sido tan prudente como yo? Y entonces, cuando teníala cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linterna cautelosamente...¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna(pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que unsolo rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante sietelargas noches... cada noche, a las doce... pero siempre encontré el ojo cerrado,y por eso me era imposible cumplir mi obra, porque no era el viejoquien me irritaba, sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas iniciado eldía, entraba sin miedo en su habitación y le hablaba resueltamente, llamándolopor su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasadola noche. Ya ven ustedes que tendría que haber sido un viejo muyastuto para sospechar que todas las noches, justamente a las doce, iba yoa mirarlo mientras dormía.Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbreal abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con más rapidez delo que se movía mi mano. Jamás, antes de aquella noche, había sentido elalcance de mis facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba contener miimpresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco lapuerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos!Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque losentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedespensarán que me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto estaba tan negrocomo la pez, ya que el viejo cerraba completamente las persianas pormiedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la aberturade la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente.Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mipulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho,gritando:-¿Quién está ahí?Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no movíun solo músculo, y en todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse enla cama. Seguía sentado, escuchando... tal como yo lo había hecho, nochetras noche, mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonidoanuncia la muerte.Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace delterror. No expresaba dolor o pena... ¡oh, no! Era el ahogado sonido quebrota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Bien conocía yoese sonido. Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo enterodormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terroresque me enloquecían. Repito que lo conocía bien. Comprendí loque estaba sintiendo el viejo y le tuve lástima, aunque me reía en el fondode mi corazón. Comprendí que había estado despierto desde el primerleve ruido, cuando se movió en la cama. Había tratado de decirseque aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. Pensaba: "No es másque el viento en la chimenea... o un grillo que chirrió una sola vez". Sí,había tratado de darse ánimo con esas suposiciones, pero todo era en vano.Todo era en vano, porque la Muerte se había aproximado a él, deslizándosefurtiva, y envolvía a su víctima. Y la fúnebre influencia de aquellasombra imperceptible era la que lo movía a sentir -aunque no podíaverla ni oírla-, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de la habitación.Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oírque volviera a acostarse, resolví abrir una pequeña, una pequeñísima ranuraen la linterna.Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con qué cuidado, con quéinmenso cuidado-, hasta que un fino rayo de luz, semejante al hilo de laaraña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo de buitre.Estaba abierto, abierto de par en par... y yo empecé a enfurecermemientras lo miraba. Lo vi con toda claridad, de un azul apagado y conaquella horrible tela que me helaba hasta el tuétano. Pero no podía vernada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, como movido por un instinto,había orientado el haz de luz exactamente hacia el punto maldito.¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólouna excesiva agudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídosun resonar apagado y presuroso, como el que podría hacer un relojenvuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latirdel corazón del viejo. Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar deun tambor estimula el coraje de un soldado.Pero, incluso entonces, me contuve y seguí callado. Apenas si respiraba.Sostenía la linterna de modo que no se moviera, tratando de mantenercon toda la firmeza posible el haz de luz sobre el ojo. Entretanto, elinfernal latir del corazón iba en aumento. Se hacía cada vez más rápido,cada vez más fuerte, momento a momento. El espanto del viejo tenía queser terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me siguen ustedes conatención? Les he dicho que soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche,en el terrible silencio de aquella antigua casa, un resonar tan extrañocomo aquél me llenó de un horror incontrolable. Sin embargo, me contuvetodavía algunos minutos y permanecí inmóvil. ¡Pero el latido crecíacada vez más fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel corazón iba a estallar.Y una nueva ansiedad se apoderó de mí... ¡Algún vecino podía escucharaquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado! Lanzando un alarido,abrí del todo la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamóuna vez... nada más que una vez. Me bastó un segundo para arrojarloal suelo y echarle encima el pesado colchón. Sonreí alegremente al ver lofácil que me había resultado todo. Pero, durante varios minutos, el corazónsiguió latiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba,pues nadie podría escucharlo a través de las paredes. Cesó, por fin,de latir. El viejo había muerto. Levanté el colchón y examiné el cadáver.Sí, estaba muerto, completamente muerto. Apoyé la mano sobre elcorazón y la mantuve así largo tiempo. No se sentía el menor latido. Elviejo estaba bien muerto. Su ojo no volvería a molestarme.Si ustedes continúan tomándome por loco dejarán de hacerlo cuandoles describa las astutas precauciones que adopté para esconder el cadáver.La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, peroen silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazosy piernas.Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restosen el hueco. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningúnojo humano -ni siquiera el suyo- hubiera podido advertir la menordiferencia. No había nada que lavar... ninguna mancha... ningún rastrode sangre. Yo era demasiado precavido para eso. Una cuba había recogidotodo... ¡ja, ja!Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, peroseguía tan oscuro como a medianoche. En momentos en que se oíanlas campanadas de la hora, golpearon a la puerta de la calle. Acudí aabrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía temer ahora?Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy civilmente como oficialesde policía. Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido,por lo cual se sospechaba la posibilidad de algún atentado. Al recibir esteinforme en el puesto de policía, habían comisionado a los tres agentespara que registraran el lugar.Sonreí, pues... ¿qué tenía que temer? Di la bienvenida a los oficiales yles expliqué que yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Leshice saber que el viejo se había ausentado a la campaña. Llevé a los visitantesa recorrer la casa y los invité a que revisaran, a que revisaran bien.Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación del muerto. Les mostrésus caudales intactos y cómo cada cosa se hallaba en su lugar. En el entusiasmode mis confidencias traje sillas a la habitación y pedí a los tres caballerosque descansaran allí de su fatiga, mientras yo mismo, con la audaciade mi perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto punto bajo elcual reposaba el cadáver de mi víctima.Los oficiales se sentían satisfechos. Mis modales los habían convencido.Por mi parte, me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse y hablaronde cosas comunes, mientras yo les contestaba con animación. Mas, alcabo de un rato, empecé a notar que me ponía pálido y deseé que se marcharan.Me dolía la cabeza y creía percibir un zumbido en los oídos; perolos policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo másintenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muyalta para librarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se ibahaciendo cada vez más clara... hasta que, al fin, me di cuenta de que aquelsonido no se producía dentro de mis oídos.Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero seguí hablando con crecientesoltura y levantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba...¿y que podía hacer yo? Era un resonar apagado y presuroso..., un sonidocomo el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Yo jadeaba, tratandode recobrar el aliento, y, sin embargo, los policías no habían oídonada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecíacontinuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en vozmuy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente.¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos,como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero elsonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajosde rabia... maldije... juré... Balanceando la silla sobre la cualme había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujabatodos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más alto!Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo.¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y quesospechaban! ¡Sabían... y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lopensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquellaagonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podíasoportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar omorir, y entonces... otra vez... escuchen... más fuerte... más fuerte... másfuerte... más fuerte!-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté!¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!

Especial : CHARLES BAUDELAIRE... un Maldito.


EPÍGRAFE PARA UN LIBRO CONDENADO

Lector apacible y bucólico,
Ingenuo y sobrio hombre de bien,
Tira este libro saturniano,
Melancólico y orgiástico.

Si no cursaste tu retórica
Con Satán, el decano astuto,
¡Tíralo! nada entenderás
O me juzgarás histérico.

Mas si de hechizos a salvo,
Tu mirar tienta el abismo,
Léeme y sabrás amarme;

Alma curiosa que padeces
Y en pos vas de tu paraíso,
¡Compadéceme!... ¡O te maldigo!



PROYECTO DE EPÍLOGO

Para la segunda edición de "Las flores del mal"

Tranquilo como un sabio, manso como un maldito, dije:
Te amo, oh mi beldad, oh encantadora mía...
Cuántas veces...
Tus orgías sin sed, tus amores sin alma,
Tu gusto de infinito
Que en todo, hasta en el mal, se proclama,

Tus bombas, tus puñales, tus victorias, tus fiestas,
Tus barrios melancólicos,
Tus suntuosos hoteles,
Tus jardines colmados de intrigas y suspiros,
Tus templos vomitando musicales plegarias,
Tus pueriles rabietas, tus juegos de vieja loca,
Tus desalientos;

Tus fuegos de artificio, erupciones de gozo,
Que hacen reír al cielo, tenebroso y callado.

Tu venerable vicio, que en la seda se ostenta,
Y tu virtud risible, de mirada infeliz
Y dulce, extasiándose en el lujo que muestra...

Tus principios salvados, tus vulnerables leyes,
Tus altos monumentos donde la bruma pende,
Tus torres de metal que el sol hace brillar,
Tus reinas de teatro de encantadoras voces,
Tus toques de rebato, tu cañón que ensordece,
Tus empedrados mágicos que alzan las fortalezas,

Tus parvos oradores de barrocas maneras,
Predicando el amor, y tus alcantarillas, pletóricas de sangre,
En el Infierno hundiéndose como los Orinocos.
Tus bufones, tus ángeles, nuevos en su oropel.
Ángeles revestidos de oro, jacinto y púrpura,
Sed testigos, vosotros, que cumplí mi deber
Como un perfecto químico, como un alma devota.

Porque de cada cosa la quintaesencia extraje,
Tú me diste tu barro y en oro lo troqué.



TRISTEZAS DE LA LUNA

Esta noche la luna sueña con más pereza,
Cual si fuera una bella hundida entre cojines
Que acaricia con mano discreta y ligerísima,
Antes de adormecerse, el contorno del seno.

Sobre el dorso de seda de deslizantes nubes,
Moribunda, se entrega a prolongados éxtasis,
Y pasea su mirada sobre visiones blancas,
Que ascienden al azul igual que floraciones.

Cuando sobre este globo, con languidez ociosa,
Ella deja rodar una furtiva lágrima,
Un piadoso poeta, enemigo del sueño,

De su mano en el hueco, coge la fría gota
como un fragmento de ópalo de irisados reflejos.
Y la guarda en su pecho, lejos del sol voraz.


LA CAMPANA HENDIDA

En las noches de invierno es amargo y es dulce
Escuchar, junto al fuego que palpita y humea,
Como se alzan muy lentos los recuerdos lejanos
Al son de carillones que suenan en la bruma.

¡Feliz campana aquella de enérgica garganta
Que, pese a su vejez, conservada y alerta,
Con fidelidad lanza su grito religioso
Como un viejo soldado que vigila en su tienda!

Pero mi alma está hendida, y, cuando en sus hastíos,
Quiere poblar de cantos la frialdad nocturna,
Con frecuencia sucede que su cansada voz

Semeja al estertor de un herido olvidado
Junto a un lago de sangre, bajo un montón de muertos,
Que expira, sin moverse, entre esfuerzos inmensos.


ELEVACIÓN

Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y de nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,

Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.

Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.

Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,
¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!

Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo
-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!


LA DESTRUCCIÓN

A mi lado sin tregua el Demonio se agita;
En torno de mi flota como un aire impalpable;
Lo trago y noto cómo abrasa mis pulmones
De un deseo llenándolos culpable e infinito.

Toma, a veces, pues sabe de mi amor por el Arte,
De la más seductora mujer las apariencias,
y acudiendo a especiosos pretextos de adulón
Mis labios acostumbra a filtros depravados.

Lejos de la mirada de Dios así me lleva,
Jadeante y deshecho por la fatiga, al centro
De las hondas y solas planicies del Hastío,

Y arroja ante mis ojos, de confusión repletos,
Vestiduras manchadas y entreabiertas heridas,
¡Y el sangriento aparato que en la Destrucción vive!


REVERSIBILIDAD

Ángel lleno de gozo, ¿sabes lo que es la angustia,
La culpa, la vergüenza, el hastío, los sollozos
Y los vagos terrores de esas horribles noches
Que al corazón oprimen cual papel aplastado?
Ángel lleno de gozo, ¿sabes lo que es la angustia?

Ángel de bondad lleno, ¿sabes lo que es el odio,
Las lágrimas de hiel y los puños crispados,
Cuando su infernal voz levanta la venganza
Ven capitán se erige de nuestras facultades?
Ángel de bondad lleno: ¿sabes lo que es el odio?

Ángel de salud lleno, ¿sabes lo que es la Fiebre,
Que a lo largo del muro del lechoso hospital,
Como los exiliados, marcha con pie cansino,
En pos del sol escaso y moviendo los labios?
Ángel de salud lleno, ¿sabes lo que es la Fiebre?

Ángel de beldad lleno, ¿sabes de las arrugas?
¿Y el miedo a envejecer, y ese odioso tormento
De leer el secreto horror del sacrificio
En ojos donde un día los nuestros abrevaron?
Ángel de beldad lleno, ¿sabes de las arrugas?

¡Ángel lleno de dicha, de luz y de alegría!
David(*) agonizante curación pediría
A las emanaciones de tu cuerpo hechicero;
Pero de ti no imploro, ángel, sino plegarias,
¡Ángel lleno de dicha, de luz y de alegría!

(*)David: alusión a la leyenda, según la cual, el rey David, debilitado por la edad,
trató de recobrar sus fuerzas mediante el contacto con cuerpos jóvenes.


Baudelaire

Especial: WANDA JACKSON... The Queen of Rock & Roll.

Una voz notable.
Acá les hago entrega de cuatro registros audio-visuales, en los cuales queda de manifiesto que ella, Wanda Jackson, es la Reina del Rock & Roll.





WANDA JACKSON - "Hard Headed Woman"







WANDA JACKSON - "Sparklin' Brown Eyes"






WANDA JACKSON - "Mean, mean, man"




WANDA JACKSON - "Funnel of Love"... años más tarde... su voz sigue siendo notable.

WebSite Wanda Jackson